Cualquier aventura es arriesgada, pero en tiempos de crisis toca renovarse o morir. Es lo que ha hecho Guamar. Esta empresa dedicada a la construcción y promoción inmobiliaria ha cruzado el charco para aterrizar en Perú en busca de nuevos proyectos para seguir creciendo. Tras realizar un amplio estudio de mercado, una ardua búsqueda de aliados y completar los trámites necesarios, Guamar logró constituir su filial en el extranjero en el mes de agosto.
Allí se ha trasladado un ingeniero de caminos de Málaga que hará las labores de gerencia. Tras varios meses de adaptación, Guamar ya está en plena dinámica de funcionamiento con el objetivo de iniciar el año 2014 con algún proyecto que ejecutar. «Ya tenemos la clasificación aceptada, toda la documentación en orden y una capacidad de contratación de unos 200 millones de soles, lo que equivale a unos 70 millones de euros«, asegura Jorge Fradeja, Director General de la empresa.
Guamar tiene una trayectoria consolidada en la provincia. Desde hace más de 25 años (1986) se dedica a tres grandes áreas de negocio: Obra Pública, Obra Privada y Medio Ambiente. Ahora, la mayor parte de los ingresos proceden de la ejecución de obra pública, un ámbito en el que esta empresa asume tanto proyectos de edificaciones como de obra civil.
En la provincia de Málaga, Guamar también ha ejecutado importantes obras de edificación y de ingeniería civil. Entre ellas destacan la construcción de un tramo del AVE Antequera-Granada, de un tramo de la Autovía del Guadalhorce, el Auditorio Cortijo de Torres (Málaga), la ampliación del área de medicina nuclear y cafetería en el Hospital Carlos Haya o el Museo del Vino.
El principal objetivo de la expansión internacional es compensar la bajada de actividad constructora en España con nuevos contratos fuera, aseguran desde la dirección. Cualquier gran proyecto comienza con decisión importante. Cruzar el charco es una de ellas, y Guamar ya ha dado el primer paso para ello.
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