Todo indica que el mercado inmobiliario se ha estabilizado a lo largo de 2014, de modo que su recuperación empieza a ser un hecho. Buena prueba de ello es que la construcción (53.829 millones de euros) tenga un peso en el PIB de un 5,1%. No obstante, se trata únicamente de la mitad que representaba en el año 2007 (10,1%), aunque se espera una rápida aceleración a partir de ahora.
En lo que a la inversión se refiere, impulsada por la obra pública de cara a las próximas elecciones, y al aumento general de la edificación, el sector ha registrado una tasa anual positiva, tras 26 trimestres consecutivos de caída. Además, los datos del primer trimestre indican una continuidad de esta trayectoria, bajo el nuevo repunte registrado en los visados de obra nueva.
Por otro lado, las transacciones de viviendas se incrementaron un 20% a finales de 2014, con una media mensual de 30.000 operaciones. En este sentido, hay que destacar además la aportación del sector al empleo. De los más de 96.000 afiliados recientemente a la Seguridad Social, 26.000 puestos de trabajo eran del sector de la construcción.
De este modo, se espera que en 2015 el mercado se normalice todavía más, hecho que dependerá en gran medida de la evolución del mercado de trabajo, decisivo en la recuperación.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha señalado que el sector pasará a realizar en breve una aportación muy positiva, tanto al producto interior bruto (PIB), como al mercado laboral. La obra pública ayudará a todo ello en gran medida. No en vano, las licitaciones se incrementaron un 18% entre marzo de 2014 y febrero de 2015, con un total 12.291 millones de euros de inversión. Otra prueba de esta mejoría es el consumo de cemento, que salió de los números rojos durante el segundo semestre de 2014.
En estos momentos, Barcelona y Madrid son los dos focos principales de la recuperación, aunque las grúas también están regresando a otras ciudades, y muy especialmente a la Costa del Sol, así como a ciertas zonas de la costa catalana.
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