Según múltiples analistas, España no recuperará los 20,6 millones de trabajadores que tenía en el año 2007 al menos hasta 2020. Y esto únicamente se lograría siempre y cuando el crecimiento continuase tal y como está previsto, apartado en el que tiene un gran peso el sector de la construcción.
Según estudios recientes, si la economía a lo largo de este año crece al ritmo previsto, es decir, alrededor de un 3%, la cifra de empleados se incrementaría en torno a medio millón de personas por año. Con los datos registrados por la Encuesta de Población Activa, que cifran en 17,57 millones las personas que están trabajando, tardaríamos aún seis años en alcanzar los 20,57 millones de trabajadores de 2007, máximo histórico de nuestro país.
En este sentido, se augura que ahora nos encontraremos con dos o tres años muy buenos de recuperación, con altas tasas de recuperación de empleo, pero pasado ese tiempo pueden existir dificultades para continuar con ese ritmo de crecimiento.
Éste es el escenario al que se enfrenta la construcción, sector en el que el desempleo se redujo un 23,3% en 2014, de modo que la ocupación subió en más de 40.000 trabajadores.
Fue en el tercer trimestre de 2007 cuando se registró su mejor momento, con un total de 2.773.100 personas trabajando en la construcción. En contraste con estas cifras, a finales de 2014 el número se había reducido hasta los 1.030.400 empleados. Pero por fin las cosas han vuelto a cambiar, y el optimismo vuelve a vivirse en el sector, pues todo indica que la recuperación está llegando.
En este sentido, tienen gran importancia los planes y las políticas para ayudar e incentivar al sector, como el denominado Plan para la Construcción Sostenible de Andalucía, que destina fondos para la rehabilitación de viviendas con el fin de lograr un ahorro energético. Prueba de ello fue el éxito que tuvo su reciente convocatoria, de modo que el primer día se agotaron los 14 millones de euros que la Junta destinó a la provincia de Málaga. Este hecho ha dejado claro la alta demanda de trabajos que existe en este ámbito.
De todo ello se ha hecho puntualmente eco la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga, cuyo presidente, José Prado, se ha mostrado satisfecho ante estas ayudas, que además benefician en gran medida a las pymes. No obstante, las considera insuficientes, pues según ha declarado, un alto porcentaje de los edificios de Málaga tiene más de 50 años, y muchas comunidades no pueden afrontar las reformas que se les exige. Por ello cree que sería necesario un gran plan, pero para afrontarlo habría que resolver el problema de la financiación. En este punto entra en escena la banca, que debería abrir el crédito no sólo a las empresas, sino también a las familias.
Así las cosas, todos los expertos destacan que es básico incentivar la inversión para mantener el nivel de crecimiento y la recuperación, algo que por supuesto afecta en gran medida al sector de la construcción. De un modo u otro, las previsiones son optimistas de aquí a 2020, aunque puede que el crecimiento no sea tan acelerado como querría la gran mayoría de la población.
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