El ciclo alcista de la vivienda tiene aún mucho recorrido por delante. Después de tres años y medio de franca recuperación, quedan al menos otros tantos de bonanza. Así lo pronostica la Agencia de claificación Standard & Poor's (S&P) en su último informe residencial europeo. Los analistas de la agencia de calificación crediticia prevén que el precio de los pisos suba un 4% en 2017, un 4,5% en 2018, un 3,5% en 2019 y un 3% en 2020.
Incluso con el Brexit en el horizonte, el futuro se antoja despejado para el inmobiliario español. Los encarecimientos que prevé S&P son moderados, pero sólidos, por debajo del 5% y sin riesgo aún de burbuja. De hecho, las principales casas de análisis inmobiliario de España prevén tasas similares. Es el caso del Colegio de Registradores, cree que ésa es la "línea de tendencia futura, en la medida que parece razonable la consecución de tasas positivas (...) en el entorno del 5%".
También en un artículo del periódico estadounidense The Wall Street Journal, titulado "En un giro, los inversores buscan seguridad en el mercado inmobiliario español", el periódico destaca la mejora del mercado inmobiliario español y augura que si la "fuerte" demanda continúa en la segunda mitad del año, los volúmenes de inversión de 2017 podrían ser de los más altos en varios años.
Asimismo, destaca el alza de la demanda en España, una muestra de que la recuperación económica está "en pie firme", ya que el PIB creció un 3,2% en términos interanuales en el primer trimestre, al mismo ritmo que en los dos últimos años y por encima del promedio del 1,8% de la zona euro